No es una tarea sencilla para un líder. Sigue estas recomendaciones para elegir correctamente a tu equipo y da el primer paso para asegurar el éxito a futuro.
Te acaban de nombrar líder. Estás entusiasmado, con mil ideas en la cabeza… y también con algunas dudas. Una de las decisiones más importantes que tienes por delante es elegir a las personas que te van a acompañar ¿Cómo hacerlo bien? ¿Por dónde empezar?
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Ahora sí. Lo primero: no te apures. Armar un buen equipo no es cuestión de suerte, es una construcción. Y todo empieza por entender qué necesitas:
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¿Cuál es la misión del equipo?
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¿Qué objetivos deben cumplir?
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¿Qué habilidades (técnicas y humanas) son indispensables para llegar a esa meta?
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¿Qué valores quieres que se respiren día a día?
Un error común es elegir por afinidad o solo mirar los CVs. El verdadero diferencial está en lo humano. Busca personas con actitud, ganas de crecer, capacidad de adaptación y compromiso con el propósito. Pregúntales cómo enfrentan los desafíos, cómo se motivan, cómo trabajan con otros.
No armes un grupo de clones. La diversidad —de pensamientos, estilos, miradas— es la mejor aliada de los equipos creativos, flexibles y resilientes. Rodéate de quienes te complementen, no solo de quienes piensan como tú.
Y si tienes dudas, hazte esta pregunta: ¿Quién tiene más potencial de aportar y crecer en este contexto?
Recuerda: liderar no es solo elegir bien. Es crear las condiciones para que tu equipo dé lo mejor de sí. Si empiezas con claridad, estrategia y empatía, ya estás dando el primer gran paso hacia un liderazgo con impacto real.
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